Ni la famosa y excéntrica Barkley Marathons, que solo 15 corredores han podido completar desde 1989, se salvó de los efectos de la Covid-19. En el frondoso bosque de Frozen Head (Tennessee, EE.UU.) tenía que estar Albert Herrero, el segundo catalán -y español- en participar. En 2021, segunda oportunidad.

Un método de inscripción -casi- secreto. Un mensaje de condolencia como confirmación de la inscripción. Un recorrido de distancia indeterminada -se dice que ahora ya tendría alrededor de 210 kilómetros y 20.000 metros de desnivel positivo- por un trazado sin marcaje ni ayuda externa. El encendido de un cigarrillo como punto de partida. Y muchas otras excentricidades, conocidas para muchos, que hacen de la Barkley Marathon una carrera de montaña digna de estudio sociológico.

Únicamente 15 corredores han podido terminar dentro de las 60 horas permitidas, el último el inglés John Kelly en 2017. Desde entonces, dos ediciones disputadas y ningún participante que haya podido completar las cinco vueltas. Este año había cerca de 40 aspirantes, entre ellos Albert Herrero.

De las matemáticas en la máquina de escaleras

Nacido en Lleida (26/04/1982), este ganador de la Ronda dels Cims 2018 iba detrás de la prueba desde hacía cuatro años, tratando de descifrar el enigma que se esconde detrás del método de inscripción. «Lo conseguí preguntando mucho. En la Swiss Peaks del año pasado compartí gran parte de la carrera con un chico, Étienne, que me pudo redirigir a un contacto suyo y así empecé a tener algunas pistas sólidas. Y después lo pude contrastar por dos vías diferentes. Al final, tienes que enviar una carta a la dirección correcta en el momento adecuado. Evidentemente no es imposible averiguarlo, pero te lo tienes que currar», explica.

Una vez conocida la dirección de destino, el próximo reto era llamar la atención de Gary Cantrell «Lazarus», el creador de esta prueba. Y no era una tarea fácil: Lazarus recibe más de 1.000 solicitudes cada año para solamente 40 plazas.

«Por todo lo que había escuchado y leído sobre él, tenía la sensación de que le caen bien los científicos. Y a mí que me gustan las matemáticas, decidí hacerle un juego con números que parece que lo convenció, aunque estaba un poco cogido con pinzas», comenta con una sonrisa el catalán.

Una vez recibidas las condolencias, sinónimo de que había sido seleccionado, Herrero se puso a entrenar como nunca: «Mi semana estándar estaba formada por una sesión larga de spinning, trabajo de fuerza, series, un rodaje largo para montaña y uno en llano. Y sobre todo utilicé mucho una máquina del gimnasio que simula subir escaleras, para fortalecer el glúteo. La verdad es que me fue muy bien para mejorar en subidas duras donde se suele caminar».

El entrenamiento, sin embargo, no fue exclusivamente físico. «He visto casi todos los vídeos que hay en la red sobre la prueba, para intentar memorizar el máximo del circuito. En mi caso, hace años que compito en pruebas de orientación, concretamente en Rogaine, y creo que eso me puede ayudar».

Estabilidad emocional, clave en el éxito

Entre las personas con las que contactó Albert Herrero para preparar la prueba estaba John Kelly, el último corredor en haberla completado. «Fue muy amable aunque, lógicamente y respetando el pacto no escrito de confidencialidad de la Barkley, se mostró discreto con cierta información».

De hecho, Albert extrae una conclusión de lo que ha podido ver de corredores míticos de la prueba, como Jared Campbell -único participante que ha podido terminarla tres veces-, Brett Maune -actual recordman de la prueba-, y John Kelly. «La experiencia les permite gestionar muy bien las emociones durante el esfuerzo prolongado. En el caso del Jared y John, tengo la sensación de que son muy estables emocionalmente. No los ves ni muy efusivos en los momentos buenos ni muy dramáticos en los momentos malos».

La Barkley Marathon, una carrera particular

La competición, que tiene lugar cada año entre finales de marzo y principios de abril, con unas temperaturas bastante frías, es sin duda una excepción dentro de un calendario de pruebas apretado y, en muchos casos, homogéneo. Una prueba de contrastes que combina un ambiente familiar y un secretismo difícil de conseguir hoy en día, con un renombre internacional que la sitúa entre las ultratrail más conocidas del mundo.

Albert Herrero, si la Covid-19 lo permite, estará el parque estadounidense de Frozen Head en 2021, preparado para ser el primer catalán -y español- en acabar la Barkley. No será, sin embargo, el primero que lo intenta. En 2018 fue pionero Josep Barberillo, que a causa de una hipotermia abandonó en la segunda vuelta.

If you want to face a real challenge, it has to be a real challenge, and you can’t accomplish anything without the possibility of failure. Esta frase, que realza la posibilidad de fracasar en cualquier gran reto, fue pronunciada por Lazarus, y seguramente resume la esencia de la Barkley Marathon. Una alocada carrera de montaña sin compasión.

Texto: David Giménez. Foto: Albert Herrero, ganando Ronda dels Cims 2018