El ultra fondista catalán logró completar los 150 kilómetros de la prueba finlandesa y dejó huella con una cuarta posición en una de las carreras invernales más duras del planeta.
La localidad de Rovaniemi, situada en la Laponia finlandesa, es la puerta de entrada del Círculo Polar Ártico. La salida de la prueba, situada sobre el río Ounasjoki, reunió hasta 71 participantes de 26 países diferentes en la modalidad de 150K, aunque unos cincuenta corredores más lo harían en las otras dos modalidades de 66 y 300K. Un evento que se puede realizar en tres disciplinas: a pie, con esquís o en BTT o fast-bike.
Aunque días antes de la carrera del ambiente rondaba los 25 grados bajo cero, la temperatura mejoró mucho y se situó durante el fin de semana a sólo cinco grados negativos. Esto fue un handicap para la progresión de los participantes, ya que la nieve estaba más pesada de lo normal y dificultaba su progresión.
La Rovaniemi 150 Artic Winter Races es una carrera de autosuficiencia, donde los corredores deben arrastrar el material y comida adecuada en una pulka -una especie de pequeño trineo de plástico muy habitual en los países nórdicos- en un trazado mayoritariamente cubierto de nieve y de hielo.
«La nieve estaba bastante blanda debido a la subida de las temperaturas y arrastrar la pulka en estas condiciones ha sido muy duro. Cargué todo el peso posible en la mochila para aligerar el peso del trineo, pero aún así era difícil de manipular. Sin embargo, la experiencia ha sido muy enriquecedora «.
Finalmente, Oriol Antolí se clasificaría en cuarta posición con un tiempo de 26 horas y 43 minutos, consiguiendo el bronce en categoría masculina. La pareja de finlandeses Saara Päätalo y Jarkko Aspegren serían los ganadores con un tiempo récord de 23 horas y 15 minutos, mientras que el español Simón Gfeller lo haría en tercera posición cuarenta minutos después.